Héritas secuenció los genomas SARS-CoV-2 de un grupo de muestras COVID-19
Héritas secuenció los genomas SARS-CoV-2 de un grupo de muestras COVID-19 en colaboración con la Unidad de Virología y Epidemiología Molecular del Hospital Garrahan, liderada por la Dra. Andrea Mangano. Aquí mostramos 8 de esos genomas. Todas las muestras corresponden a circulación interna del AMBA desde fines a abril hasta fines de mayo. Se utilizó tecnología de secuenciación masiva de Illumina usando un panel de captura de 20 virus respiratorios comunes, que incluye a Sars-CoV-2. Los genomas fueron depositados en GSAID.
En este primer grupo secuenciado, los genomas pertenecen a los clados 20B (fines Abril-comienzos mayo) y 20C (mediados a fin de mayo). Hasta junio, los estudios demuestran que los clados 20B y 20C presentan una frecuencia máxima de dispersión mundial de 20% cada uno.
El grupo de genomas secuenciado en nuestro laboratorio presenta entre 10 y 13 mutaciones, dependiendo de la muestra, en un genoma de casi 30.000 letras de código genético (Foto 1).
Un dato relevante para notar es que todo el grupo de genomas de Argentina presenta la mutación D614G en la proteína S (Spike), encargada de unirse al receptor ACE2 human. ¿Qué relevancia tiene este resultado? Las últimas semanas se publicaron al menos cinco trabajos científicos (cuatro en pre prints BioXriv y uno ya aceptado en la prestigiosa revista CELL el día 3 de Julio) que indicarían que la mutación D614G aumenta la infectividad y transmisibilidad de SARS-CoV-2 pero sin evidenciar un aumento de la mortalidad ni evitar la respuesta inmune contra esa proteína. Los hallazgos indican que el virus se transmitiría más fácilmente entre personas. Los científicos ya se refieren a esta cepa como cepa “G” en contraste con la original de China cepa “D” que inicio la pandemia.
Esta cepa “G” rápidamente fue tomando relevancia global y reemplazado a la cepa “D” (Foto 2, deslizar a la derecha).
Existen varias hipótesis sobre la existencia de esta mutación, y falta más trabajo para confirmarlo. Algunos estudios argumentan que la proteína S “G” sería más estable, otros que mejoraría el proceso de inicio de invasión de las células humanas y otros que cambiaría levemente la forma de la proteína S para pegarse mejor al receptor ACE2 humano.
En los siguientes meses continuaremos contribuyendo más genomas SARS-CoV-2 a la base de datos global.